sábado, 24 de noviembre de 2012

delicacy

vuelvo del cine voy en el vocho son las 12:06 ya es mañana
hoy sábado
pienso con películas como esta delicadas y bellas es posible sobrevivir un viernes fallido o un viernes fantasma
tengo 23 días menos los días del fin de semana y el asueto de haber comenzado a trabajar y soy igualmente infeliz que en cualquier otro trabajo
aún no me sucede que quiero correr a un bar a tomarme el estrés y cansancio acumulado después de las jornadas exhaustas
mi trabajo lo invento y por lo pronto no me he sorprendido con mis creaciones
no culpo ni al lugar, ni a las personas con quien comparto las labores, ni a la ciudad, ni siquiera la situación económica, me culpo a mí, no soy capaz de entender las necesidades creativas y laborales,

alguna vez canté la canción de the cure, friday I'm in love, la canté creyendo lo que cantaba the cure, creyendo que era el día perfecto para enamorarme, salir y bailar, ser libre y encontrarme a media noche en los brazos de un posible mucho gusto y nos vemos mañana con los ojos abiertos a punto de cerrarse
con la respiración que suspira la idea ¿me voy a enamorar?

últimamente, desde antes de estos meses en esta ciudad, mucho antes,
los viernes no conecto con mi alrededor, me salgo, más que unirme al grito común de euforia
estoy en silencio, hoy me reúno con los silencios
que se escuchan a media noche, pero tu también debes estar en silencio
no todos cantamos friday I'm in love en un viernes en la noches
que muchos no lo han cantado alguna vez
ni siquiera conocen la canción y aunque conociéndola no comprenderían la emoción, la emoción es algo que no explicas o sientes o no,
salir del trabajo una vez más, ir a casa y tal vez trabajar al día siguiente los lleva a aquel rompimiento con el tiempo puede ser viernes o lunes, jueves o martes,
el día que quieras
el trabajo es necesario y constante

punto y aparte

todos los días me recuerdo que no tienes que comprar algo para hacer valer tu dizque esfuerzo de trabajo, dinero o persona, me asusta verme en el otro cuando lo encuentro seudo-satisfecho por la excesiva compra de objetos innecesarios que vuelven necesarios,
vivo en la era del nunca jamás es suficiente,
entre más publiques, entre más aparezcas, más fotos, y ventas, más actualizaciones,
entre más, más y más,
más, más y más: lograrás
¿esto es crear?
los artistas vuelven a ser artesanos, la repetición los vuelve expertos ejecutores, son títeres y titiriteros,
se representa un espectáculo inverosímil e increíble lleno del trabajo de muchísimas personas que al final se olvida rápidamente con la siguiente pregunta: ¿qué sigue?

ayer soñé con wellington
he soñado con nueva york
y barcelona
he estado soñando con tokio
hoy soñé con parís
sueño con el mundo o lo que escucho, leo, veo del mundo
cuántos rincones no conoce el mundo de sí mismo y no publicita hollywood

sentada en al butaca del cine sola con mi bote de agua me aguanto las ganas de llorar, no llores, no llores, no sueñes porque vas a llorar, quiero, quería o quiero una historia,
que me encuentro en lo hermoso de unos personajes y me aterra que lo único hermoso en mí puede ser eso: ficción,
no quiero jugar, déjenme no quiero jugar, ya soy adulta

me mandé a hacer el traje de adulta hace varios años, me lo he tendio que ajustar varias veces, aún no me queda, es grande, es chico, es incómodo y absurdo

¿algún día viviré  en el norte de EEUU?
¿Nueva Zelanda?
¿Japón?

una de mis mejores amigas en Mexicali no se aprende mi número de celular y tampoco lo tiene guardado en su celular, yo no la busco, o la busco poco pero tengo su número, tengo su número como por si a caso seguimos siendo amigas, por sí se me ocurre imaginar que nuestra amistad sigue, ella no tiene mi número
 
vamos dejando la vida en protocolo y por pasos, en planes y estrategia,
y la vida vida la soñamos al olvidar que estamos vivos, sonreímos sin darnos cuenta

estoy más abierta que un animal desollado
lloro porque lloro y lloro por cualquier cosa
de no ser por mis padres y mi hermano yo estuviera tranquila bajo tierra con las cenizas de mi abuelo y las con las narices hasta el tope de raíces nuevas, pero no estoy sola y no estoy convencida en dejar de mí una desgracia con tal de que me recuerden con tal de que no me olviden o con tal de terminar con una vida menos regular

mientras viva vivo

No hay comentarios:

Publicar un comentario