lunes, 27 de mayo de 2013

los vecinos y el sexo

desde que te mudaste al DF vives en un departamento, ¿recuerdas cuando alguien de Mexicali no podía pensar en vivir en un departamento con su familia?, tú también te quedaste pensando, ¿crecer en un espacio tan pequeño? ¿Y compartir con los vecinos todo esos sonidos que no necesariamente son risas y un "estás son las mañanitas" a coro; a parte de verlos por los pasillos, subiendo al elevadoro colgando su ropa a secar?

Has escuchados a tantos teniendo sexo, gimiendo como lo hace un perro cuando ha caminado suficiente y tiene sed, esos sonidos que pudieran parecer de dolor, actuaciones de una escena porno, o ejercicio de alto rendimiento. Y siempre te sucede lo mismo, te dices "no, no, no, ¿están teniendo sexo?" Y luego te quedas en silencio para comprobarlo y luego esperas a que los sonidos, gemidos sigan y estás a la expectativa, en silencio, has dejado el libro a un lado, ya no volteas a ver tu celular, tienes el cuello más erguido y escuchas hasta que ya no escuchas nada, olvidas que los vecinos están teniendo sexo, y por supuesto no te importa si cada quien llegó al orgasmo, si a veces no te importa que tu pareja llegue al orgasmo, ¿qué te va a importar que el vecino termine?

lunes, 20 de mayo de 2013

yo también puedo escribir unos versos

Puedo escribir los versos más inútiles en una tarde.

Escribir por ejemplo: “la noche está nublada y tirito de frío esperando a la nada”

El viento viene de frente, seca mi voz y mis labios. Un suspiro toma mi alma.

Puedo escribir unos versos inútiles también por la noche. Quedarme en silencio. O nada.
Yo lo quiero pero él nunca me quiso.

En las noches como ésta me tuvo.
Lo besé y ahora significa tan poco.

Él no me quiso, y después yo lo fui dejando de querer.
¿Cómo amar a unos ojos que no ven hacia fuera?

Puedo escribir los versos más inútiles esta noche.
Pensar que nunca lo tuve, que perdí algo y ahora he terminado más sola.

Oír la noche convertirse en un hoyo donde todo se cuela,
en donde el verso se vuelve una enredadera muerta.

Qué importa lo que sienta mi amor, lo que guarda;
la noche cae en espiral hacia la nada y sigo sola.

¿Qué es el todo? A lo lejos alguien murmura. Soy yo misma. A lo lejos.
Mi alma cae como la noche, como una estrella fugaz que pasa y se apaga.

Para evadir mi tristeza me imagino acompañada,
mi corazón es sólo un músculo y Él es otro más que por algún lugar anda.

Es la noche la que me convierte en sombra, que vuelve sombra todas las cosas.
¡Nosotros! ¿Nosotros? ¿De qué habla aquella mujer mientras sigue sola?

Yo no lo quiero, o sí, y cuánto lo quise.
Mi voz se apagó para no volverse un ruido triste.

De otra, de otras, será de quien él quiera.
Serán sus palabras, su cuerpo, sus ojos, su todo.

Yo ya no lo quiero, o sí, realmente no importa.
Es corto lo que fue mientras el hubiera se extiende eterno.

Porque en noches como ésta estuvo frente a mi.
Ahora mi alma espera, observa hacia el vacío y sola se pregunta.

Aunque causa dolor no tenerlo,
duele más que esté presente como sombra de la nada.

miércoles, 8 de mayo de 2013

el concurso

Cíula.- ¡lo logramos!

Lucía.- no, nada que celebrar

Cíula.- pesimismo y la palabra del día: no

Lucía.- sabes qué va a pasar con esas 206 páginas

Cíula.- no, no sé

Lucía.- se quedarán en esa bodega

Cíula.- ajá

Lucía.- las arrancarán del encuadernado, subirán los siete pisos y las lanzarán para que caigan por la calle o las triturarán y enviarán a la industria del confetti y les dirán: donación de confetti blanco

Cíula.- no creo que se tomen la molestia

Lucía.- tienes razón no se la tomarán, ni eso. Entonces realmente se quedarán las hojas en esa bodega, y años después cuando la editorial cambie de oficinas, limpiarán la bodega y lanzarán el montón de manuscritos a la basura y ya.

Cíula.- ¿importa?

Lucía.- no porque yo estaré igual, igual como he estado estos últimos meses, ¡puedes creerlo! Todo lo que ha cambiado y nada.

Cíula.- no tengo ganas de dialogar con víctimas

Lucía.- un tiro de dados

Cíula.- ¿de Mallarmé?

Lucía.- mío, todos los días... es como si aventara los dados a un lago de chapopote y jamás pudiera saber qué número salió entonces me voy a caminar por ahí hasta que me canso y vuelvo para tirar los dados y verlos caer de nuevo en el chapopote

Cíula.- es chistosa la palabra chapopote

Lucía.- pff

Cíula.- uffa

Lucía.- lo que sí fue chistoso es ver la asistente editorial escribir tu nombre

Cíula.- ah sí, ¿por?

Lucía.- parecía una mujer llena de trabajo (y de seguro la tienen sin respirar) entonces cuando salió a recibir los papeles, sacó un recibo y escribió el número de recibo, la fecha y tu nombre... la hubieras visto, escribió Cuíla... y lo tachó, escribió entre la u y la í, entonces ahora decía Cíuíla y lo tachó hasta que sobre Cíuíla escribió Cíula. Ha de haber pensado maldita niña quién se cree que es como para ponerse seudónimo.

Cíula.- yo la escribí

Lucía.- da los mismo no vas a ganar, no vamos a ganar

Cíula.- y si sí

Lucía.- es lo que me molesta, tener atorado "el y si sí", y si sí como un nudo en la garganta o en la espalda o como un cólico que ratos gana tamaño en el vientre y duele. Y si sí no resolverá algo. Auisiera tanto poder pensar como creo que pensaba Pessoa

Cíula.- lo que leíste ayer es también literatura, tú crees que el hombre no quería ser admirado, envidiado, alabado, halagado.

Lucía.- sí, yo creo que no le interesaba, sólo quería dejar de sentir que tenía que hacer algo o ser alguien

Cíula.- ¿de quién hablas de Pessoa o de ti misma?

Lucía.- en fin, adiós intento de novela número uno, buen viaje por el caño de esta ciudad

Cíula.- buen y largo viaje. Au revoir!

lunes, 6 de mayo de 2013

esto es lo que va a suceder

Me decidiré a estar con alguien.

Con otro tipo que no eres tú.

Porque tú tienes una idea de alguien.

Que no soy yo.

Soy mejor, peor o distinta.

Distinta más bien.

Estaré con ese otro.

Con alguien más.

Buscaré ser feliz.

Pensaré que todo lo que no es y puede ser.

Es porque no estoy contigo.

Esto será al principio.

Diré es una lástima que no estemos juntos.

Soñaré que estamos juntos.

Lo pensaré al ver a los ojos del otro.

Es una lástima.

Tú pensarás que al que quise y quiero y querré es a ti.

Pero tú no puedes estar conmigo porque no estás bien.

Entonces estarás tranquilo.

Es una lástima dirás alguna vez.

Pero en tu imaginación seré tuya para siempre.

Y sí: no he encontrado a alguien que comprenda lo que busco.

Por lo que: heme aquí.

Y disfruto.

Me disfruto.

Soy mejor a ratos.

Otros no.

Me guardo la que soy.

Y cuando vuelvo a ser llego a disparar.

Tú no te acuerdas.

Yo también puedo actuar, pero odio ser actriz.

Tontito.

Hacerte creer el panorama que quieres.

Pero no quiero porque no soy actriz y no quiero serlo.

Ni intentarlo.

A veces creo que tu cultura te hace creer que eres mejor que yo.

Y la cultura de ella, de la otra, te hace creer que es mejor tú.

Entonces es una batalla de egos.

Al final da risa.

A mí me da risa y me da risa seguir aquí.

Me río de mí más que de ti y de ella.

Queremos decirnos adiós y más nos abrazamos.

Adiós, te beso.

Adiós, me tomas.

Adiós, cogemos.

Cogemos, cogemos, cogemos.

Hasta que me quedo.

Cogemos, cogemos, cogemos.

Hasta que me voy.

Y luego.

Nada.