sábado, 5 de enero de 2013

llorar

entonces hay distintas maneras de llorar

la que no se logra ni tratando, por mucho que tus gestos intenten corrugarse de una forma y otra, se aprieten y colapsen la piel entre ojos, nariz y boca, nada, ni una sola lágrima y cualquier cosa te distrae del momento: ay mira los vecinos están haciendo carne asada, ¿qué iba a hacer?, llorar... mejor no.

la que te desahoga y es por nada, si intentas recordar por qué lloraste no llegas, pero te sientes bien como después de una corrida o de una comida, estás y puedes seguir con lo que sugiere el día, te dejas llevar.

la que duele, y entre más lloras más duele, si te ves en el espejo se deforma tu cara se vuelve las todas caras que sufren del mundo, las mejillas se pintan de rojo y rosa, las lágrimas escurren de ojos, nariz, boca, llegan al cuello, crees que no vas a poder detenerte, crees que va a ser tu condición llorar hasta ser rama sin hojas, sin raíces parte del escombro, nada.