Miércoles 29 de mayo del 2013
Llegan por un café. Dos. Uno con leche de soya por favor. D camina a abrirle la puerta a L, no abre, cada quien entra por su lado. D le abre la puerta a Z para que se trepe en el asiento de atrás. D y L abrochan sus cinturones y arrancan.
Avanzan cruzando la ciudad y entre largas filas de coches, cruzan un semáforo, otro, suben puentes, bajan, salen de entre torres de babel y juegos de jenga completitos. Atrás quedan los edificios, la acumulación de coches y la gente que flota entre banquetas, como burbujas de gas en un popote, algunas van rápido, otras apenas y se mueven.
Frente a D y L: los montes y el todo verde.
D pasea seguido por el Desierto de los Leones con Z, para L es la segunda vez que camina entre caminos enramados, hojas caídas, un árbol grande seguido de uno enorme. D corre, Z corre detrás de él. L baja por pasitos, también toma fotos de un árbol y otro. Toma fotos cada siete segundos, luego cada cuatro y hasta cada dos. D y Z la esperan. D corre nuevamente seguido por Z. L observa cómo van entre las hojas sueltas, ramas y tierra. L sigue a pasitos y fotitos
(Es el cumpleaños de D, pero L intenta no mencionarlo porque no quiere ponerlo de mal-humor. Pero luego lo menciona y D ríe por nervios o por compromiso o por no tener nada que decir o hacer.)
D y Z corren y bajan y llegan hasta un punto. Todos se encuentran al final de una vereda con vista a la carretera, dan media vuelta y comienzan a subir por un nuevo camino que los llevará al coche (y a la ciudad, los edificios, la gente; al cumpleaños y las felicitaciones para D, a la rutina y la celebración de D para L.)
L se decide a guardar su celular con cámara y comienza a correr. Corre. Corre detrás de D y Z. Ríe por lograr seguirles el paso, ríe porque se siente bien y libre. Después de bajar varias pendientes los tres se detienen. Z toma agua de un río, D y L lo observan. L toma fotos. Caminan.
Caminan hasta que L voltea hacia atrás, ve a un hombre caminando muy cerca de ellos. El H tiene una gorra roja y ojos muy negros. Como si fuera cortando ramas con sus ojos y abriéndose paso. Pasa a L y D, pregunta si Z no hace algo. L y D casi en unísono contestan que es muy mansito. Continúan caminando, D amarra a Z de la correa y siguen. Ahora un hombre de azul y machete está detrás de ellos. Ambos voltean y siguen. El hombre del machete camina hasta cruzarlos.
L piensa en las palabras: machete y hombre, también en asociaciones como: machete-árbol-madera, machete-fruta-comida, machete-trabajo-campo. Tal vez piensa machete-víctima-sangre pero lo piensa tan rápido que se distrae con los árboles, sus tenis pisando la tierra y las ramas, el olor a pino.
D también piensa en el hombre 1 y el hombre 2. Hombre 2 con machete, hombre 1 que sale de la nada, pero después y a la par de la calma de L, sigue caminando, olvidando sus pensamientos, y platicando con L.
Los hombres siguen caminando cerca de D y L, los hombres hablan del árbol del hongo. L también observó el árbol del hongo, estuvo a punto de detenerse a fotografiarlo. Los hombres siguen. D y L están a punto de cruzarlos. Los hombres hablan de un derrumbe. D y L están completamente en silencio escuchándolos. El H del machete levanta su brazo y el H de la gorra saca un cuchillo. D y L se detienen. Z es el único moviéndose y también mueve la cola. D y Z están a unos pasos de L. El H del cuchillo le dice 'dále un machetazo al perro'. D se hace para atrás levanta las manos y dice que no varias veces. El H del machete se aleja y va con L, L le entrega la bolsa. El H del machete le dice que se vaya hacia allá (hacia el cerro). L se va hacia el cerro. El H del cuchillo le dice a D que se vaya hacia allá. Y luego ambos continúan diciendo y moviendo sus respectivas armas para que D y L con Z sigan subiendo por el cerro. Ellos siguen subiendo, sin poder lograrlo por las ramas y hojas que hay en el piso, por el miedo, porque los hombres siguen diciendo que D y L se alejen pero ellos siguen ahí parados.
L se acuerda del cuento que leyó en clase 'A good man is hard to find' en donde una familia entera es asaltada en el carretera por dos tipos, ¿o fue sólo uno?, y justo cuando la familia parece que se libra del asaltante éste asesina a uno por uno de los integrantes de la familia, y los últimos que mueren escuchan los gritos de los otros y todos son asesinados. L imagina que los hombres se deciden mejor a matar a todos, imagina que matan primero a Z y a D y ella escucha los gritos y ve la sangre, después piensa que aquel fue un cuento americano, que los americanos suelen ser tipos más fríos, que los asesinos crueles parecen venir de otra cultura. Aquí es cuando L bloquea sus pensamiento e intenta caminar sin decirle una palabra a D sin mencionar algo peor que hasta ahora han vivido, nada que libere la imaginación hacia un cuento como el que leyó o hacia algo peor.
Entonces L camina detrás de D y Z, caminan y suben, se raspan e intentan avanzar. Luego L toma una piedra en la mano como si fuera hacer algo si los hombres vuelven. Se detiene y le entrega la piedra a D para acomodarse la sudadera, le pide la piedra a D de regreso y luego lo abraza. D no responde al abrazo sigue volteando hacia donde están los hombres. Los hombres no están ni se escucha un ruido. D y L con Z caminan y caminan hasta que encuentran un verdadero camino. Siguen caminando hasta que logran llegar al arco de piedra, por donde comenzaron su trayecto, cruzan el arco y se suben al carro. En el carro L deja la piedra entre sus pies y van en busca de alguien a quien puedan relatarle los que les pasó, ¿les pasó?
Lo que sí pasa después de esto es:
-No se sabe si las cosas hubieran sucedido de peor manera, y una vez pasadas hasta se imaginan que pudieron haber sido peores porque un simple asalto solamente te deja con menos objetos o dinero, trámites que arreglar y no necesariamente más ganas para vivir.
-Luego vienen comentarios de personas alrededor del lugar, del MP, conocidos o quien sea que declaran ciertas posibles verdades lo cual revela que el suceso es cualquier suceso.
-Cada vez que es narrado (por los protagonistas) pasa de ser algo que sucedió o una narración de un sueño. Donde se van perdiendo detalles o adquiriendo nuevos.
-La reposición de dichos objetos, la realización de ciertos trámites, y todo lo necesario para volver a lo que se tenía vuelve al asalto en una muerte sin duelo. Es como si el asaltado hubiese perdido su celular de la misma forma que la chava borracha en el antro. Es como si el asaltado hubiera dejado su cartera en el asiento del transporte público. Es como si al asaltado no hubiese sido alsaltado.
-Y luego volver a la calle, a casa, a los alrededores conocidos para darse cuenta que todo, absolutamente todo sigue su curso.
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