jueves, 20 de junio de 2013

día tres

emplearte

escuchar música

creer que estás haciendo algo trascendete

ser la entusiasta del pasillo entonces la rara

caminar bajo la lluvia para ir y venir a comer, comer rápido para volver al trabajo y seguir con una presentación que nunca había necesitado la empresa por lo tanto seguramente si tú no hubieras entrado no hubiera existido y de todos modos resolverían sus objetivos de alguna forma

pensar en la emoción que te causa el viernes, buscar la palabra viernes en la RAE

pedalear feliz en el camino de regreso

comprar un gran impermeable, tal vez hasta demasiado gran (de)

pensar en las horas libres para hacer todo y no ser capaz de hacer algo

acostarte a dormir y no dormirte

intentar escribir y no escribir

ver tus libros a una distancia y no hacer el intento de jalar alguno para leer

estar arriba del tren que te lleva de una estación a otra mientras las ventanas están empañadas y antes de ver hacia fuera, piensas en lo mismo, en tus pensamientos adentro

en aquel que no te quiso

a aquel que no quisiste

en que eres la marioneta de Cíula

en que trabajas por la puta literatura que no haces ni te da pero a la que no puedes dejar

en que no te determina tu trabajo

en que el trabajo es un ansiolítico de la creatividad, la imaginación y los sueños

en que ya no quieres escribir y hasta te cuesta escribir esto y que no quieres volver a leerlo y leerte y corregirte porque ya no quieres, ya no quieres, el cansancio, el tren que no se detiene, los vidrios empañados, el entusiasmo de un día como hoy que se escurre con el agua que baja desde la fuente de petróleos hasta el final de la ciudad de México hasta que el sol sale y la seca

todo va quedando en el olvido, tus días, tu vida

asustada esperas el momento en que suceda todo lo que imaginas o que te veas perdiendo la voluntad, segura de aceptar esa pérdida, estás a la orilla del rascacielos, observas, esperas, imaginas, tus pensamientos rebotan entre las paredes del cuarto, el techo, el piso, no quieres cerrar los ojos, no quieres detenerlos, encasillarlos, no quieres hasta que lo cierras. Y los cierras.

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