Bibliografía:
RAE
http://lema.rae.es/drae/?val=procrastinar
09, 02, 2013
De algunos verbos que conoces, reconoces, con el cual sientes odio-rencor, es el enemigo, es procrastinar. Su exceso de erres, la manera de encajarse entre el paladar y la lengua. El sentido contrario en el que corre y corres con él, ya que te jala, porque cuando está presente no creas y no quieres crear.
Has vuelto a la ciudad infinita, mar hubieras, energías, nubes de tierra, polvo, humo y risas, marea constante, tormenta bajo tormenta. Te reencontraste con todo y nada. Punto cero. Cero punto cero, cero, cero.
Sales con la intención de encontrar: sentido, vida, intención, objetivo.
Luego reconoces tu energía esparcida por doquier y nada, lanzada a un escusado, a un monólogo interno que corre hacia abajo, que cae al suelo, que de vez en vez se convierte en una conversación profunda, real pero hoy olvidada. El presente el simpre hoy hecho hoja blanca que convertir, cultivar.
Ni una sola excusa, excusa de escusado. Cuando reconozcas que se acerca la pe, la erre, la o, la ce, la erre (de nuevo), la a, la ese, la te, la i, la ene, a, y erre (para finalizar), písale el pie derecho con todas tus fuerzas, encájale el tacón y corre, corre, corre hasta que llegues al crear. Con esas erres de crear que salen como suspiro, toma el suspiro amárralo entre tus dedos: crea.
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